Si hay una celebración que define el alma de Sevilla, esa es su Semana Santa. Durante siete días, la ciudad se transforma en un escenario de fervor religioso y arte, donde las calles se llenan de nazarenos, incienso y saetas que emocionan a locales y visitantes por igual.
El culto a las esculturas y los pasos
La devoción sevillana por sus imágenes religiosas se remonta a siglos atrás. Las esculturas de Cristo y la Virgen no son simples representaciones, sino auténticos objetos de culto, muchas de ellas consideradas milagrosas. La Semana Santa es el momento culminante en el que estas imágenes, montadas en imponentes pasos procesionales, recorren la ciudad acompañados por miles de fieles.
Los pasos son verdaderas obras de arte, esculpidos por maestros como Juan de Mesa o Martínez Montañés. Cada detalle, desde los bordados de los mantos hasta los candelabros dorados, está cuidadosamente trabajado para resaltar la majestuosidad de estas figuras. La pasión por estas imágenes es tal que, para muchos sevillanos, la salida de su hermandad es uno de los momentos más importantes del año.
Hermandades Históricas
La Semana Santa de Sevilla está regida por sus hermandades, algunas de las cuales cuentan con siglos de historia. Entre las más antiguas destacan:
- Hermandad del Silencio (1340): Considerada la más antigua, realiza su estación de penitencia en la Madrugá del Viernes Santo con una sobriedad absoluta.
- Hermandad de la Vera-Cruz (1448): De origen franciscano, fue pionera en la celebración de las procesiones penitenciales.
- Hermandad de Los Negritos (1393): Fundada por la comunidad de esclavos negros en la Sevilla del siglo XIV, es un símbolo de integración y fe.
- Hermandad de la Macarena (1595) y Hermandad de la Esperanza de Triana (1418): Son dos de las hermandades con mayor número de devotos. Sus titulares, la Virgen de la Macarena y la Virgen de la Esperanza de Triana, despiertan una devoción sin igual y son protagonistas de momentos de gran emoción durante la Madrugá.
Cada hermandad tiene su propio carácter y tradiciones, pero todas comparten el mismo propósito: rendir homenaje a la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
Dulces tradicionales de Semana Santa
La gastronomía también juega un papel fundamental en estas fechas. Durante la Cuaresma, al reducirse el consumo de carne, los dulces se convirtieron en protagonistas, especialmente aquellos elaborados en conventos. Algunos de los más emblemáticos son:
- Torrijas: Rebanadas de pan empapadas en leche o vino, fritas y cubiertas de miel o azúcar y canela. Se cree que su origen proviene del siglo XV, cuando se preparaban como alimento energético para mujeres que habían dado a luz.
- Pestiños: Pequeños bocados fritos de masa de harina con miel y ajonjolí, con raíces en la cocina árabe.
- Yemas de San Leandro: Pequeñas delicias elaboradas con yema de huevo y azúcar, originarias del convento sevillano de San Leandro, donde las monjas llevan siglos preparándolas artesanalmente.
Una experiencia inolvidable
Para quienes visitan Sevilla durante la Semana Santa, la experiencia es única. Desde la solemnidad de la Madrugá hasta la alegría del Domingo de Ramos, cada día ofrece algo especial. Si planeas vivir esta tradición, prepárate para sumergirte en un ambiente donde la fe, el arte y la pasión sevillana se unen para ofrecer uno de los espectáculos más sobrecogedores del mundo.